Tratandome

Una eternidad, esperando un instante, uno que no puedo oler,
Prometes que volverá, pero…el hoy mañana es,
Y hay un borde de balas calmantes que no te dejan ver.
No es nada personal, pero tu sufrir no hace más que alimentar
Un deseo bárbaro de entre sangres y caderas vibrantes
Que oscilan en un tu y yo a las 8 en un bar.
La música ya no llora más, y se mete en cráteres suavemente
Te aseguro es que no quiero soñar una y otra ves con las mismas cosas
Sino un nuevo acorde que forma revolver y te hace mirarme a los ojos
Y te veo usando mi cabeza como si fuese algo normal
Tomando el teléfono y un portarretrato que aun no llego a comprar
Y a eso le llaman temor a veces
Estando en un charco de cerdos que no tienen nada mejor
Pero haciéndole lo posible por una rola que le excuse
Enterrando su vergüenza
De algo que nunca hizo por ella.